La mujer guió a todos dentro de los imponentes muros de Alicerce Azul.
Collin no podía ocultar su fascinación. La ciudad era magnífica, muy diferente a todo lo que había visto. Casas bien construidas, calles limpias, lupinos por todos lados.
La hembra que los guiaba seguía aferrada al brazo de Liam.
" ¿Me vas a decir por qué apareciste aquí después de tanto tiempo? " su voz era dulce, casi seductora.
Liam mantuvo el rostro impasible.
" Mejor hablamos de eso a solas. "
Ella sonrió de lado.
" Siempre misterioso… " sus dedos deslizaron por su antebrazo. " Pero claro. Primero, acomodemos a tus amigos. "
Miró hacia atrás, evaluando al grupo con ojos calculadores.
" Trajiste a muchos. Pero no te preocupes, los cuidaremos. "
Rápidamente atravesaron las puertas del castillo. El interior era aún más grandioso: candelabros de cristal, paredes esculpidas, un enorme trono blanco al final del salón.
La hembra levantó una mano y ordenó:
" Lleven a todos a la aldea. Que estén bien acomodados. "
Los