capítulo 24: Tú eres mi enfermedad y mi cura.
La aldea estaba en silencio bajo el cielo oscuro, solo el brillo de las antorchas iluminaba los rostros ansiosos de las personas reunidas en el templo. Hombres, mujeres y niños se apiñaban en oración, sus voces bajas mezclándose con el viento frío de la noche. Las madres sostenían las manos de sus hijos. Las esposas apretaban los dedos de sus maridos. Todos imploraban a la Diosa Luna por protección, por un milagro que garantizara el regreso de aquellos que partirían a la batalla.
Collin se mantenía apartada, observando desde lejos. No se sentía parte de aquello, pero tampoco podía ignorar el dolor que flotaba en el aire. Sus ojos recorrieron el lugar hasta encontrarse con Damon, de pie a la sombra de una de las columnas del templo. No rezaba. Su mirada estaba fija en Eve y Jhon.
Collin reconoció la expresión en su rostro. No era solo preocupación por la batalla inminente. Era algo más profundo, más doloroso.
"Podrías intentar no ser tan evidente", murmuró al acercarse a él.
Damon no s