Collin*
Collin estaba acostada boca abajo, la sábana enredada en la cintura, los cabellos desordenados y la piel aún sensible, como si los toques de él todavía danzaran sobre su cuerpo. La sensación de la noche anterior reverberaba en cada músculo, en cada suspiro que escapaba de sus labios.
Abrió los ojos lentamente... y lo encontró.
Liam estaba allí. Acostado de lado, completamente desnudo, la cabeza apoyada en el brazo, los ojos fijos en ella como si estuviera memorizando cada centímetro de su cuerpo.
"Esto sigue siendo extraño" murmuró con la voz ronca, una sonrisa perezosa en los labios.
Él arqueó una sonrisa y se inclinó, besando su frente con delicadeza.
"Y yo sigo obsesionado con verte despertar."
Ella soltó una risa baja y giró el rostro, apoyando la mejilla en los brazos cruzados. Aquello... aquello era nuevo. Era bueno. Asombrosamente bueno.
"¿Cómo estás?" preguntó ella, la mirada pegada a la de él.
Liam dudó por un instante. Después, como si decidiera permitirse sentir, re