Amaia Domínguez García
Mazamitla, Jalisco, México
Me sentía feliz después de haber hecho el amor, varias veces con el hombre que amo, pero también me sentía estúpida, por haberme precipitado a actuar como lo hice, por escapar estúpidamente y por pensar que él, había olvidado que cumplíamos nuestro primer mes, estando así relajada en sus brazos y pensando todo eso, quería disculparme con él por todo una vez que, él se despertara.
–Amaia, cariño ¿Estás despierta, preciosa? – Axel me hablaba y yo que pensaba, que el que estaba dormido era él.
–Sí mi rey, estoy despierta.
–Duerme otro poco, preciosa, estás cansadita, desvelada y lastimada por lo que pasaste anoche en el bosque – Se le quebró la voz – Perdóname Amaia, perdóname por favor cariño, no quiero que nunca te vuelva a pasar nada malo, por mi culpa, no sabes todo lo que pasé, pensando que te pudo pasar algo malo.
–Perdóname tú a mí, Axel, yo no debí portarme así. Es que fueron muchas cosas – Sollocé – Pero ya amor, no importa mi re