CAPÍTULO 130. Encuentro bajo la lluvia.
Capítulo 130
Encuentro bajo la lluvia.
Durante dos días enteros, el silencio puso a prueba los nervios de Camila. Ni una sola amenaza rompió la calma que se había instalado en el loft de Isla Montelago.
Las cámaras de vigilancia no registraron movimiento hostil, las patrullas costeras no avistaron embarcaciones sospechosas, y las transmisiones de radio solo devolvían estática. Camila paseaba por cada rincón de aquel refugio con el paso firme de quien sabe que el peligro acecha, pero no encuentra presa.
Aquella confianza incipiente la envolvía como un manto cálido: cada mañana encendía el espresso en la cocina, escuchaba el goteo preciso de la cafetera y aspiraba el aroma amargo mientras comprobaba que las cerraduras resistían.
Por la tarde, desenrollaba su esterilla de yoga junto al ventanal y saludaba al mar encapotado con estiramientos lentos. El sonido de las olas rompiendo al fondo era ahora su metrónomo personal, una cadencia que calmaba sus ansias de control.
Leonard, por su