CAPÍTULO 175. Después de la tormenta.
Epílogo – Después de la tormenta.
Hubo un instante, muchos meses después de la boda, en que Alessia despertó antes del alba. El mar aún dormía, arropado por la penumbra azul marino que cubría la bahía, y solo el canto suave de algunas aves anunciaba el nuevo día.
Ella se incorporó con cuidado para no despertar a Leonard, quien dormía a su lado con la frente levemente fruncida, como quien guarda en sueños un recuerdo preciado.
Se levantó y caminó descalza hacia el ventanal que daba a la bahía. Afuera, un velero se recortaba en el horizonte, meciéndose con la corriente, como un poema que aún buscaba su verso final.
A lo lejos, los contornos suaves de los acantilados dibujaban sombras apenas perceptibles: el paisaje parecía un mapa silencioso de lo que habían vivido, de los abismos y del filo donde se había templado su decisión de amar sin dejarse devorar por el odio.
Leonard despertó al sentir la ausencia de Alessia. Con los párpados entrecerrados la vio ya observando el mar, y algo