CAPÍTULO 173. La carroña del remordimiento.
Capítulo 173
La carroña del remordimiento.
Doce días habían transcurrido desde que Anthony, indefenso, quedó atrapado en aquel sótano olvidado. Si en un principio el dolor había sido un fogonazo brutal, ahora se había convertido en un zumbido constante que le recorría cada nervio, cada fibra de su cuerpo.
Su silueta, tendida sobre la camilla de hierro, era una grotesca ofrenda a la venganza: la piel, antes tersa y firme, presentaba ampollas de un morado acre, como hematomas que se negaban a curar.
Otras zonas ya mostraban el crujir de la putrefacción, donde la carne se rendía al hedor persistente de la descomposición y a un enjambre de insectos diminutos.
A través de sus fosas nasales, Anthony aspiraba un aire turbio, cargado de fiebre y de la promesa de una muerte casi siempre esquiva.
Había intentado, en los primeros días, suplicar. Alzó la voz con todas sus fuerzas, imploró perdón, ofreció su vida y la de sus seres queridos. Pero Tony—implacable—lo visitaba cada pocas horas para