CAPÍTULO 129. Recuerdos distorsionados.
Capítulo 129
Recuerdos distorsionados.
La brisa nocturna entraba por el ventanal abierto del loft de Camila, meciendo las cortinas blancas y depositando un tenue aroma salino en el salón.
Un par de velas aromáticas dejaban un perfume suave a jazmín en el aire, rozando las narices de Camila con un susurro de calma forzada. Afuera, el murmullo de las olas se estrellaba contra las rocas, un latido constante que parecía marcar el pulso de la isla.
Ella caminaba de un lado a otro por el espacio amplio que brindaba el vestíbulo, comprobando cada rincón con la meticulosidad de quien teme una emboscada inesperada.
El sofá modular, la mesa de café y la barra de cocina quedaban atrás mientras ella abría cajones, revisaba cerraduras y colocaba discretamente un par de cámaras de seguridad en el marco de la puerta principal. Cada gesto suyo destilaba tensión contenida.
—Tony ¿Estás listo? —preguntó al oír su voz al otro lado de la línea.
El silencio respondió. Sabía que alguien más podia estar