230. NECESITO DE TU SANGRE
DRACO
Mis manos relajadas en los costados de la tina, como quien había terminado el asunto.
Las piernas abiertas y actitud de haberme satisfecho.
—Bueno… me voy entonces… —volvió a decir, dándome una mirada penetrante, pero ni me inmuté.
—Bien —le respondí bajo, y casi se me cae la máscara de seriedad al ver el mohín en su boca.
Claro que no deseaba irse y, por supuesto, yo no la dejaría marcharse sin satisfacerla.
Se levantó bufando y la visión de su cuerpo desnudo, chorreando agua, ya me estaba parando de nuevo el miembro.
Se inclinó deliberadamente sobre el borde, sus senos llenos se balancearon con los movimientos.
Tragué con ganas de chupárselos.
Mis manos picaban, pero la quise fastidiar un poco más.
Me miró nuevamente, levantando la pierna para salir.
Alcé la ceja sin hablar, viendo el fuego asomarse en sus orbes rojizos.
—Jum, es verdad eso que dicen, que uno no sabe para quién trabaja…
Murmuró cabreada, tan linda y sexy.
Me arrepiento tanto de ser un capullo al inicio e inten