Lorenzo
No estaba preparado para ver a mi piccolina, vestida de forma tan sensual y llamativa. Algo no muy frecuente aquí en Piamonte, sobre todo ahora con estás bajas temperaturas.
Pero ella vestida así con ese hermoso vestido verde caña, ajustado a su hermoso cuerpo y ese escote asimétrico que resalta sus deliciosos senos, nos hace pensar que estamos en una estación más cálida y no en invierno.
Ella es la reina de la noche, todas las miradas están fijas en ella, y yo no puedo estar más orgulloso de ella. A su lado permanece su amiga, Jenny, a lo que me recuerda que debo darle un hermoso regalo de agradecimiento pues estoy seguro que ella es quien asesora a mi piccolina con sus muy deliciosas travesuras.
A lo que me recuerda al castigo que debo darle esta noche, por ser tan descarada y provocarme de esa manera. ¿Cómo se atreve a estar caminando por todo el salón sin ropa interior?
Imaginarme su intimidad libre a mi acceso me tiene a punto de estallar. ¿Por qué prometí hacerla mí