89. Sombras, secretos… y promesas
Capítulo Ochenta y Nueve. Sombras, secretos… y promesas
Las llamas de las antorchas temblaban con cada ráfaga de viento que se colaba por los pasillos del castillo. La atmósfera se había vuelto densa desde la reunión del consejo. Una sensación de desconfianza y amenaza flotaba en el aire como neblina espesa.
Solene caminaba sola por los pasillos de piedra, escoltada por su propia inquietud. El medallón robado. El cuervo interceptado. Un traidor oculto entre los suyos. La carga de esa sospecha la apretaba como un corsé invisible.
—No deberías andar sola —dijo Ewan, apareciendo entre sombras, su voz grave y reconfortante.
Solene se detuvo, pero no se giró.
—No tengo miedo.
—No estoy hablando de miedo —dijo él, acercándose a su lado—. Estoy hablando de estrategia. Si tú caes… el consejo se divide.
Ella se volvió a mirarlo. Había algo en sus ojos que la desarmaba. No solo la cuidaba… la veía. No como princesa. No como guerrera. Como mujer.
—Has estado siguiendo mis pasos desde anoche, ¿ci