*—Danny:
Era caos, tras caos.
Aunque esta vez no tenía que ver directamente con él, sí con alguien cercano al grupo.
Gregory Steele, Gray, un amigo cercano del grupo, había sido atacado la noche anterior en un bar, y Damien estaba perdiendo la cabeza. Se rumoraba que el ataque no había sido aleatorio, sino un mensaje dirigido a Damien, ya que Gray no solo era su exnovio, sino que también era idéntico a su actual pareja.
Era demasiada coincidencia. Un aviso. Una amenaza.
Desde entonces, habían pasado horas y horas revisando cámaras de seguridad en clubes, para ver si daban con el atacante. Si era un mensaje para Damien, lo más probable era que el culpable se hubiera dejado ver en alguno de los bares que frecuentaban. Mientras tanto, habían aumentado la seguridad en todos los clubes y hasta en la oficina. Nadie sabía si el atacante planeaba seguir con sus movimientos, y Damien, paranoico, había decidido que cada empleado tendría un guardia asignado.
Danny suspiró. No creía que el