Era una llamada de Jessica.
Jessica le había llamado.
—Voy afuera a contestar.
Nicolás tomó su teléfono y salió.
Diana comentó: —¿Por qué Diego tiene que salir a contestar el teléfono? Qué raro.
Daniela pensó que tal vez Nicolás y Jessica iban a tener una larga conversación romántica, y no era conveniente que ellas estuvieran presentes.
Daniela sonrió: —Diana, no te preocupes por eso, mejor termínate el caldo.
Diana tomó el tenedor: —Daniela, en un rato voy a pedir que traigan algo ácido. ¿Quieres frutas ácidas o algún dulce ácido?
Daniela miró a Diana y sonrió.
Después de que Nicolás salió a contestar el teléfono, no regresó. Daniela y Diana se bañaron y se acostaron en la cama.
Daniela preguntó: —Diana, ¿Diego regresó a la empresa?
La empresa de Nicolás estaba muy ocupada. Ya era de noche, probablemente no vendría.
Diana respondió: —Debe ser eso. Le envié un mensaje y no me respondió, seguramente está ocupado.
Era mejor que no viniera.
Su presencia solo alteraba sus pensamientos.
Dan