Daniela no esperaba que se fuera a quedar.
Él salió y todo quedó en silencio. Daniela tomó una ciruela ácida y se la metió en la boca. El sabor agridulce se extendió inmediatamente por su boca, aliviando esa sensación de náusea.
Daniela puso la mano sobre su vientre plano y pensó suavemente: "Bebé, esto papá nos lo compró~"
Daniela se volvió a acostar en la cama. Ya había pasado mucho tiempo y aún no podía dormir.
¿Dónde estaría durmiendo él?
¿En el cuarto de huéspedes de al lado?
Daniela se levantó de la cama fingiendo que iba por agua, tomó un vaso y abrió la puerta del cuarto.
Pronto vio a Nicolás. Nicolás no estaba durmiendo en el cuarto de huéspedes de al lado, sino en el sofá de la sala.
El sofá era bastante amplio, pero él con su altura de un metro noventa, tenía las piernas largas colgando un poco. Tenía encima una manta delgada y ya estaba dormido.
El clima aún estaba frío, ¿cómo podía cubrirse solo con una manta? Se iba a resfriar así.
Daniela regresó al cuarto, sacó una cobi