Justo entonces, Marcela, Catalina y Dana entraron a la habitación con rostros de asombro.
Marcela: — Señor Figueroa, ¿es cierto que la verdadera doctora milagro ha llegado a Nueva Celestia?
Mateo asintió: — Así es. Esta noche asistirá al banquete.
Dios mío.
La familia Méndez estalló en excitación.
Dana, con admiración absoluta: — ¡Por fin ha llegado la auténtica doctora milagro! Es mi ídolo, mi meta, quien quiero llegar a ser. Por fin podré conocerla.
Marcela: — Esta doctora milagro siempre ha sido tan escurridiza, tan misteriosa. Antes caímos en la trampa de la falsa doctora, pero ahora finalmente veremos quién es realmente.
Catalina, con curiosidad: — ¿Ustedes creen que la doctora milagro sea hombre o mujer?
Luciana negó con la cabeza: — Eso no lo sé, esta noche tendremos la respuesta.
Marcela: — Señor Figueroa, llévenos al banquete esta noche. Todos queremos conocer a esta doctora milagro.
Mateo asintió: — Bien.
En ese momento, una voz clara resonó: — ¿De qué hablan con tanta alegrí