Nicolás miró a Samantha detrás de él: —¿Sabes manejar?
Samantha asintió: —Sí.
Ella quería casarse con una familia adinerada, así que por supuesto había aprendido habilidades básicas como manejar desde hacía mucho tiempo. ¿Cómo no iba a saber?
Nicolás le lanzó las llaves del auto a Samantha: —Tú maneja.
Samantha: —Sí.
Daniela salió y vio que Nicolás y Samantha ya se habían subido al auto de lujo. Samantha estaba sentada en el asiento del conductor manejando, Nicolás había bebido alcohol y estaba sentado en el asiento del copiloto.
Pronto Samantha pisó el acelerador y el auto de lujo se fue a toda velocidad.
Él se había ido con Samantha.
Daniela se quedó parada en el lugar por mucho tiempo, mirando hacia la dirección donde había desaparecido el auto de lujo hasta que le dolieron los ojos.
En ese momento Mauro salió: —Daniela, ya se fueron lejos, ¿qué sigues mirando?
Daniela volvió en sí: —Lo que mire no es asunto tuyo.
En ese momento Valentina también salió: —Daniela, vámonos a casa.
Dan