Capítulo 7 —Normal
Narrador:
Luigi se apoyó en el marco de la ventana, todavía con la sonrisa torcida por la última réplica. La observó unos segundos, en silencio, hasta que al fin preguntó:
—¿Cómo te sientes?
Valeria se dejó caer sobre la cama, estirando las piernas con un suspiro.
—Cansada… pero bien. Aunque, debo admitirlo, tengo hambre.
Luigi ladeó la cabeza, casi divertido.
—Eso es normal.
Ella lo miró de inmediato, arqueando una ceja.
—¿Normal de qué?
Por un instante él dudó. El recuerdo de las palabras del médico le cruzó la mente como una daga: “su esposa está embarazada”. Sentía el peso de esa verdad clavado en la lengua, a punto de salir. Pero no. Se tragó las palabras y alzó los hombros finjiendo una calma que no sentía.
—Del estrés —contestó, tamborileando los dedos en el cristal de la ventana —El estrés da hambre.
Valeria lo observó un momento más, como si intentara leer entre líneas, y luego bufó con una sonrisa cansada.
—Pues entonces voy a devorar toda esta mansión.
Lui