Capítulo 30

Capítulo 30

Tres horas después, Gerald estaba al lado de su hijo en la habitación. Las enfermeras entraban en silencio a verificar el suero y las medicaciones, evitando interrumpir el momento entre padre e hijo.

Sentado en el sillón cerca de la cama, Gerald se pasó las manos por el cabello grisáceo y sintió, una vez más, las lágrimas arder en sus ojos. Aun con Alexander fuera de peligro, el dolor persistía en su pecho, por él, y también por Aurora. Sabía que no podría ocultar esa noticia por mucho tiempo, y eso lo aterraba.

Se levantó y se acercó a la cama. Con cariño, pasó su mano por el rostro de su hijo, ahora con algunos pequeños vendajes. Sus dedos temblaban levemente al tocar esa piel tan familiar. Un recuerdo lo invadió con fuerza.

"— Papá, ¿por qué tantos besos?"

Alexander había preguntado, aún niño, intentando escapar de los brazos fuertes que lo envolvían.

"— Porque te amo más que a todo", respondió él, con una sonrisa.

Desde ese día, el niño nunca más se quejó de las demost
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP