Capítulo 29
El teléfono de la mansión sonó con insistencia, el sonido haciendo eco por los pasillos. La ama de llaves, que organizaba algunos platos en la despensa, corrió hasta el aparato.
— Mansión Blake, ¿buenas tardes?
— Buenas tardes, hablo del Hospital St. James. Me comunico en nombre del equipo médico. El señor Alexander Blake fue admitido hace unas horas en la UCI. Sufrió un accidente. Necesitamos informar a la familia.
La sangre de la ama de llaves se heló. Tragó saliva, sosteniendo firme el teléfono para no dejarlo caer. El corazón latía apresurado.
— ¿É-él está… él está vivo?
— Sí. Está inconsciente. Los médicos están haciendo lo posible.
Ella cerró los ojos, soltando un largo suspiro de angustia.
— Gracias. Voy a avisar a su padre de inmediato.
Colgó el teléfono con manos temblorosas. Sabía que no podía contarle eso a la señora Aurora. El frágil corazón de la matriarca no lo soportaría. Respiró hondo, se arregló el cabello y la postura, y caminó hasta el estudio donde el s