Capítulo 271
Las puertas del ascensor se abrieron. Apenas salió, Amélie oyó voces conocidas en el pasillo. Se detuvo un instante, manteniendo la mirada fija en su celular para no levantar sospechas.
— Necesito descubrir quién es la mujer en las imágenes — dijo Harris en voz baja a su subordinado.
Ella arqueó una ceja, disimulando la sonrisa. Entonces era eso. Habían visto algo en las grabaciones.
Cuando las puertas del ascensor se cerraron tras ella, Amélie abrió discretamente su bolso. El pequeño frasco de comprimidos que había usado para envenenar a su padre aún estaba allí, como un trofeo. Lo tocó con la punta de los dedos y susurró:
— Y todavía quieren atraparme...
El panel del ascensor parpadeaba indicando que habían detenido en el piso del comedor. Ella presionó el botón del ascensor y fue al piso del comedor. Al llegar, sintió el olor a café recién hecho y pan caliente. Los empleados conversaban animadamente.
— ¿Dónde están las grabaciones? — preguntó el asistente, acercándose