Capítulo 240
Dos semanas habían pasado desde que Roger recibió la invitación. Ya había comprado el regalo de Livia y lo guardó cuidadosamente en la caja fuerte de la oficina, asegurándose de que su hermano no tuviera acceso.
En la víspera de su cumpleaños, pasó todo el día trabajando. Esa semana había sido especialmente intensa. Entre audiencias y procesos en el tribunal, cada día parecía más agotador que el anterior. El viernes, al menos, el ritmo dio una leve tregua.
Mientras revisaba algunos documentos de una empresa que pretendía demandar al señor Alexander, uno de sus abogados se acercó, entregándole papeles y, sin darse cuenta, volvió el rostro. Roger notó el chupetón en el cuello del chico y no pudo evitar una sonrisa interior. Hacía tiempo que él no sentía el efecto de ser deseado, y ese pequeño detalle le hizo recordar cómo el cuerpo podía reaccionar incluso cuando la mente estaba sobrecargada.
Sintió el cansancio acumulado en los músculos y en los pensamientos; el estrés pro