Capítulo 17

A pesar de lo que dijo, la observaba como si el tiempo se hubiera detenido para ambos. La mirada como siempre, llena de deseo, pena y algo más.

Isadora intentaba mantener el control de la respiración, pero el corazón parecía atrapado en su garganta. El tacto de sus manos aún ardía en su piel. Su cuerpo encima del suyo, cálido, firme, fragante… era como si el tiempo hubiera vuelto a esa noche. Esa noche inolvidable.

Él bajó la mirada por su rostro, por sus mejillas sonrosadas… y luego bajó la vista hacia su boca. Volvió a subir lentamente, buscando alguna señal, cualquier rechazo. Pero ella no hizo nada, sólo lo observaba. Parecía estar a la espera de algo.

Ella permaneció allí, rendida en el silencio.

Y entonces él la besó, vacilante… como si aún no creyera que podía tocarla de nuevo. Sus labios rozaron los de ella suavemente, sintiendo la piel suave y aterciopelada.

Ella suspiró contra su boca, y fue suficiente para que él tuviera la certeza de que podía seguir adelante.