Capítulo 148
La sala estaba iluminada solo por las luces titilantes del árbol de Navidad. Las galletas recién horneadas de canela estaban cerca de la chimenea. Risas resonaban por toda la casa.
Alexander e Isadora, vestidos de Papá y Mamá Noel, arrancaron carcajadas hasta de los hijos adolescentes. Doña Aurora reía como hacía meses no lo hacía, e incluso Gerald, debilitado por el peso de los años, dejaba escapar risas suaves que calentaban el corazón de todos.
Los regalos fueron distribuidos con cariño: Oliver, entusiasmado con la nueva videoconsola, ya hacía planes para desafiar a los amigos; Hailey abrazaba el portátil como si fuera un pasaporte hacia los sueños; Scarlett miraba el celular nuevo; y Lívia giraba en torno a la bicicleta, incapaz de esperar al día siguiente para probarla.
Pero entonces llegó el momento más esperado, cuando Alexander extendió una pequeña caja roja para sus padres. Aurora y Gerald se miraron, sorprendidos, mientras todos se acercaban, formando un círculo