Perspectiva de Cassian
.
Salgo de la junta en Vortex con la intención de llevar a Arielle a comer. Tengo todo planeado: un restaurante discreto, una mesa al fondo, dos copas de vino y esa conversación pendiente que he postergado. Quiero hablar de nosotros. De cómo soltar esa bomba que es nuestra relación clandestina, porque ya no soporto un día más sin ella. No quiero seguir tocándola a escondidas, amándola en silencio. No quiero más secretos. No más cadenas.
Pero antes de que pueda alcanzarla, uno de nuestros socios más importantes me intercepta. Linford. Un tiburón de Hong Kong con millones en la bolsa y un ego tres veces más grande. Quiere hablar de negocios y es algo a lo que no puedo negarme. No ahora. Desde hace semanas estoy consiguiendo nuevos proyectos, lo suficientemente gordos como para que no me afecte una demanda por parte del médico inversor del proyecto que tenemos con Vortex. Porque sí, quiero que Arielle pueda romper ese compromiso antes del año. Sin importar cuá