Perspectiva de Cassian
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Estoy sentado. O eso creo. Mi cuerpo está aquí, en la sala de espera, inerte sobre esta silla de mierda, pero mi mente... está colapsando.
La voz de Arielle aún resuena en mi cabeza. Cada palabra suya fue una cuchilla clavándose en mi pecho.
«Seraphina espera un hijo de un maldito hijo de puta que no tengo la jodida idea de quien es»
¿En qué momento dejé de verla?
No puedo culpar a Arielle por no contarme, tampoco puedo culpar a Seraphina. Solo a mí.
Porque si Seraphina sintió que no podía contarme algo así, es porque fallé.
Le fallé como padre. Como hombre. Como todo.
Me froto el rostro con ambas manos por la impotencia que estoy sintiendo. Quiero golpear otra vez la pared, quiero correr por cada rincón de esta ciudad hasta encontrar a ese bastardo y aplastarle la garganta con mis propias manos. Quiero que sufra. Que grite. Que me ruegue. Pero no puedo. No ahora.
Ahora estoy aquí, esperando que el mundo no se me acabe por completo.
La voz del médico aún me m