Daniela les informó que los Ruvalcaba planeaban adquirir la empresa de jade de los Morales. En cuanto al precio, Jairo podía proponer lo que quisiera. Si tenía otras preocupaciones, podían establecer una sociedad con los Ruvalcaba, desarrollar una relación de cooperación estable y convertirse en socios de los Ruvalcaba en el futuro.
Al principio, los Morales estaban muy contentos. Creían que, tras la última feria de selección de jade crudo, donde habían ganado reconocimiento en el círculo del jade, incluso los Ruvalcaba, los líderes de la industria, habían visto el enorme potencial oculto de los Morales —un honor que no cualquiera podía obtener.
Después de deliberar, Jairo y los demás decidieron inmediatamente colaborar con los Ruvalcaba. Daniela, viendo cumplido su objetivo, aceptó complacida y firmó diversos proyectos y contratos de colaboración con Jairo y los demás.
En la sala de reuniones de los Morales, Daniela observó a Jairo estampar su firma en el contrato, sintiendo cierto al