Capítulo 462
Con Emanuel presente, no iba a permitir que estos tres payasos humillaran a Faustino. Inmediatamente espetó con voz gélida:

—El maestro Faustino les dijo que se largaran, ¿qué esperan? Si no se van ahora mismo, tendré que llamar para que los arresten en este instante.

Las palabras de Emanuel fueron tremendamente efectivas. Los tres, viendo cómo defendía a Faustino, no se atrevieron a decir ni media palabra más.

—Sí, sí, sí, señor alcalde, no se enfade, ya nos vamos —dijeron haciendo reverencias mientras se retiraban cabizbajos de la farmacia Biovida, corriendo cada uno más rápido que el otro.

Ximena y los accionistas, viendo cómo huían, se sintieron enormemente satisfechos y gritaron entusiasmados: —¡Corran lejos, o se les quemará el trasero! ¡Ja, ja, ja!

Una vez que se marcharon, la situación volvió a la normalidad sin más alborotadores. Faustino agradeció a Emanuel:

—Gracias por su intervención, señor alcalde. De no ser por usted, podría haber ocurrido un incidente desagradable
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