Incluso con el Elixir de Belleza a tres mil dólares la unidad, nadie se quejaba del precio.
—Bien, con tal de que haya medicina.
—¡Mañana preparen más por favor, tres mil unidades son muy pocas, no alcanzamos a comprar!
Faustino prometió solemnemente a todos:
—No se preocupen, mañana tendremos suficiente stock, nos esforzaremos para que todos puedan comprar.
Solo tras la insistencia de Faustino y Ximena, la gente que no pudo comprar se marchó resignada.
Esteban, viendo que Faustino había terminado, se acercó para despedirse:
—Señor López, me voy.
—Me abrió los ojos hoy. Como dicen, siempre hay una montaña más alta y alguien mejor. Lo de hoy me mostró mis deficiencias, parece que aún necesito aprender y reflexionar.
Faustino sonrió negando con la cabeza:
—El subdirector Duarte es muy amable. Si hoy no hubiera aclarado personalmente las cosas, quién sabe qué impacto habría tenido.
Faustino le entregó a Esteban una caja con diez Elixir de Belleza que había guardado en privado.
—Un pequeño