Capítulo 321
—¿Qué? Victoria, eres demasiado sensible.”

Faustino, al ver el ceño fruncido de Victoria, sintió un poco de culpa. Rápidamente abrió la ventanilla del coche y aceleró para que entrara mucho aire. ¡Si Victoria se daba cuenta de algo, sería malo!

—Victoria, vamos rápido.”

—Además de las semillas, podemos comprar algunas verduras. ¡Si no, no estarán frescas !

Faustino inventó una excusa.

—Sí, ya casi no quedan verduras en casa.”

Victoria, sin sospechar nada, asintió con la cabeza.

Faustino respiró aliviado. En menos de media hora, llegaron al mercado del pueblo.

—Faustino, ¿por qué no compras algunas herramientas agrícolas para plantar?”

—Yo iré a comprar las verduras y las semillas. Así no perdemos tiempo.”

Victoria sugirió al bajarse del coche.

—De acuerdo, entonces, Victoria, me voy.”

Faustino, sin pensarlo mucho, asintió.

Saltó del coche y fue a la otra parte del mercado. Sin embargo…

Faustino y Victoria no se dieron cuenta…

En cuanto bajaron del coche, varios matones estaban mirando
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