Dos años atrás
Liam
Hoy regresábamos a Blanco. Nuestras madres nos tenían una gran comida de bienvenida. Por más de dos meses estuvimos lejos. Por un lado, me sentía tranquilo; en el examen de la mañana en Las Vegas nos informaron que Inés seguía siendo virgen. Eso alivió mi incertidumbre. El problema era que ya no podía mirar a Inés, no soy capaz de hacerlo. La he evitado desde entonces… Siento vergüenza.
—¡Cómo los extrañé! —Mamá nos abrazaba con fuerza—. Se ven más delgados. —Tocó los brazos de los tres, luego acunó el rostro de Vic y nuestra hermanita desvió la mirada.
—Huele delicioso. —Dante la cargó.
—¡Bájame, Dante! —El abuelo llegó con su pipeta de oxígeno.
—¿Tuviste una recaída, abuelo?
—Estoy bien, estoy bien. —Los seis corrimos a su lado.
Milena lo ayudó a sentarse en el mueble; se quedó del lado izquierdo. Me senté en el lado derecho, Andrea y Victoria se arrodillaron frente a él y Dante y Enrique se ubicaron a espaldas del mueble y pusieron sus manos en los hombros del a