Damián fumó un cigarrillo y entró en la habitación VIP del hospital.
Casualmente, Joaquín estaba allí en consulta.
Al ver llegar a Damián, Joaquín lo saludó con una leve sonrisa:
—Damián, ven a ver esto también. El plan está casi listo, solo falta fijar la fecha de la operación.
La salud de la anciana no era buena y necesitaba recuperarse más, así que finalmente Joaquín programó la cirugía para dentro de dos semanas.
Aitana se sintió aliviada.
Joaquín había concertado una cita con un viejo amigo, y Damián lo acompañó personalmente hasta el estacionamiento.
Durante el camino, Joaquín elogió mucho a Aitana, y antes de irse, golpeó el hombro de Damián y le aconsejó:
—Trátala bien. Puedo ver que es una buena chica. Si la pierdes, no encontrarás otra igual.
Damián sonrió ligeramente y abrió la puerta del coche para Joaquín:
—No te preocupes, Joaquín.
Joaquín sonrió y subió al vehículo.
Poco después, el reluciente automóvil arrancó suavemente, pasando junto a Damián.
Damián permaneció allí u