Al encontrarse inesperadamente, Mercedes se sintió incómoda.
Nunca olvidaría lo que Damián había hecho a los Valencia. Aunque había pasado mucho tiempo, ver a alguien de los Uribe seguía enfureciéndola.
Mercedes estaba tan alterada que se pinchó el dedo con un gancho metálico. Inmediatamente comenzó a sangrar, gotas de sangre cayendo al suelo. Rápidamente sacó un pañuelo para presionar la herida y tomó una pastilla coagulante, temiendo complicaciones.
Mercedes era tan cuidadosa por una razón: tenía sangre RH negativo, un tipo sanguíneo raro.
Lina, que la conocía desde hacía años, lo sabía perfectamente.
Las dos mujeres de alta sociedad no se soportaban. Mercedes, herida, se marchó apresuradamente.
Cuando se alejaron, Lina recordó que Aitana también tenía sangre RH negativo. En dos semanas daría a luz, y el parto siempre era riesgoso, con posibilidad de complicaciones. Se preguntó si los Delgado habrían preparado suficiente sangre por si acaso.
Lina sentía una vaga inquietud.
Después de