🖊 POV ISABEL
Sam se detuvo en el centro del salón.
Su mirada recorrió el lugar antes de posarse en mí. No había odio en ella, ni reproche. Solo una calma que me desarmó.
—Hola, Isa —dijo finalmente. Su voz… su voz no sonaba como la recordaba. Ya no era esa mezcla de ira y decepción del hospital, sino algo más templado, casi resignado.
—Sam… —fue lo único que pude decir.
Caminó hacia mí sin prisa, y cuando estuvo a unos pasos, sonrió apenas.
—No sabía si debía venir, pero… tenía que hacerlo. Tenía que verte, bien.
Tragué saliva. Mi garganta se cerró, pero no salió ninguna palabra. Su cercanía me helaba y al mismo tiempo me daba paz.
—Sé que no esperabas verme —continuó ella, cruzando los brazos con esa elegancia natural que siempre tuvo—. Pero el silencio entre nosotras me estaba matando más que todo lo demás. Eres mi mejor amiga, y te extraño.
—No tienes que… —quise decirle algo, cualquier cosa, pero la voz me tembló—. No esperaba que me hablaras, yo también te extraño, amiga —admit