POV ISABEL

A lo lejos, el sonido del ascensor volvió a escucharse. Jareth regresaba junto a Teresa. Traían más cosas del supermercado; creo que estaba exagerando.

Desde la entrada me sonrió con suavidad y después de dejar las bolsas, se me acercó y me dio un fugaz y tierno beso.

—¿Cómo sigues?— preguntó rodeandome con sus fuertes brazos— ¿pudiste comer algo? Te deje un helado en la nevera, ¿lo comiste?

Sonreí y le acaricié el rostro, se preocupaba demasiado y eso que apenas eran los primeros meses de embarazo… entonces no quería imaginarme como serían los restantes meses.

—Sí, comí un poco— le respondí, en realidad queria no preocuparlo. Ya era suficiente con el ma!d¡to que estaba detrás de mí y que no lo dejaba dormir, a ninguno de los dos— no te preocupes tanto. Me he sentido mejor.

—Mientes muy mal Isabel —me dijo con ese tono bajo, entre dulce y autoritario, que me dejaba sin escapatoria.

Rodé los ojos y traté de apartarme, pero me mantuvo entre sus brazos unos segundos más. Su