Ambos se pusieron en pie asombrados, no la habían visto desde ya hacía mucho tiempo. La pregunta fue evidente, ¿Qué hacía ella ahí?

―Lo siento. ―Sollozó Carlota. ―Lo he perdido todo. ―Aiden sin poder contenerse tiró de ella y la abrazó con fuerza.

―Lo siento. ―Susurró Aiden comprendiendo su dolor.

―Ve por algo de agua. ―Ordenó Kalen a la mujer que no apartaba la mirada de la escena.

―Enseguida. ―Dio media vuelta y salió del lugar.

―No quería estar sola. ―Aiden la apartó y ella tomó asiento sacudiéndose por los sollozos.

―Lo comprendo. ―Aiden suspiró. ―¿Dónde está tu madre?

―Destrozada, Aiden, ¡Parece que también la perdí a ella! ―Kalen cruzó mirada con su amigo. ―Primero te perdí a ti, después a mi padre y ahora pierdo a mi madre también. ―Se cubrió la cara con las manos y su llanto se intensificó.

Aiden sintió bastante culpa, no porque Gerald estaba preso y la madre enloqueciera, sino porque verdaderamente la abandonó y jamás se dio cuenta de que ella estaba enamorada