―¿Qué pedirás ahora? ―Osiris enarcó una ceja, su hijo ha sido un buen niño últimamente y presiente que pedirá algo grande.

―¿No puede tu hombrecito ser un buen niño? ―Aiden sonrió, su hijo es un manipulador de primera. Todavía no entiende como su esposa se puede resistir, él no tiene ese superpoder. Cada vez que su hijo le pone ojitos de cachorro él cae redondito.

―Sí, si puede. ―Besó la cabeza de su hijo. ―Pero conozco lo que tengo y ese “buen” comportamiento no es porque sí. ―Izan suspiró.

―¿Podrías dejarte manipular solo un poquito? ―Osiris rio sin poder evitarlo.

―Vale, me dejaré un poquito. ―Tomó asiento. ―¿Qué me pedirás?

―Quiero ir al colegio. ―Soltó al tiro aprovechando la oportunidad que se le dio. ―Solo piénsalo. ―Se acomodó. ―Pronto me quitarán el yeso, así que puedo ir con él, a mí no me importa. ―Se encogió de hombros. ―La tutora está harta de mí. ―Susurró provocando gracia en su padre. ―Creo que le he quitado las ganas de ser tutora. ¿Quieres acreditarte eso, mami?