Esa voz por alguna razón le erizó la piel y más porque cortaron sin más la llamada. Al ver a su lado, Kalen le sonrió y ella sintió un pánico inconfundible, esa voz, las palabras que le dijo y que fuera de un número privado alteraron por completo su ser.
―¿Estás bien? ¿Quién era? ―Osi alzó las cejas. ―An, te ves pálida y me estás preocupando. ―Ana deseaba hablar, pero su garganta pareció secarse por completo y pegarse en el proceso.
―Vamos, puedes carcajear sin que me enoje. ―Kalen y Aiden se acercaron. ―Tu hija es una niña muy cruel y tus sobrinas no se quedan atrás. Nos obligaron a esto. ―Ana finalmente sonrió, no es extraño que desconocidos marquen a su móvil, después de lo que hizo la ex loca de Kalen no es primera vez que le pasa.
―O ustedes son muy débiles para anteponerse a ellas. ―Bromeó Osi olvidando el estado de su amiga. ―Ni siquiera Izan tiene la cara pintada, ¿Cómo es que ustedes sí? ―Aiden rio.
―Mi hijo es la versión mejorada de su padre, ¿Qué puedo decirte? ―Se acer