CAPÍTULO 76. Huellas en el silencio.
Capítulo 76
Huellas en el silencio.
El aire de la mañana se deslizó con un murmullo casi reverente, como si aquellas paredes olvidadas guardaran en cada grieta los secretos de vidas arrancadas sin piedad.
Isabela y su tío Julián ocuparon una mesa larga de roble, plagada de legajos viejos, manchados por el tiempo y por huellas de tinta desvanecida. Gabriel, con su pierna aún vendada y la muleta apoyada junto al asiento, los acompañaba en un silencio cargado de urgencia: cada expediente podía acercarlos un paso más a las científicas desaparecidas.
—Aquí —señaló Julián, deslizando un grueso tomo encuadernado en cuero—. Fecha: 12 de marzo de 2001. Hospital San Rafael, Ciudad de Panamá. Nombre: Dra. Verónica Salcedo. Estado: “Enviado a prueba clínica noroeste. Posterior: ensayo fallido.”
Isabela alzó la mirada, el ceño fruncido por la tensión que le quemaba en el pecho.
—Verónica Salcedo… No había escuchado ese nombre —murmuró—. Pero seguramente es una más de las que murieron aquí. Eso de