CAPÍTULO 52. La guerra apenas comienza.
Capítulo 52
La guerra apenas comienza.
La madrugada aún no se había rendido al alba cuando Isabela y Gabriel se encerraron en el despacho improvisado de su apartamento. El aire estaba cargado de café humeante y pantallas centelleantes.
Sobre la mesa, el informe que Silvio Carranza les había entregado y que hoy revisaban juntos emanaba la gravedad de un secreto mortal. En el borde de la hoja, la frase “Proyecto Némesis” resaltaba junto a un conjunto de referencias cifradas: códigos alfa-numéricos capaces de abrir puertas a un infierno clínico.
—Mira esto —señaló Gabriel con el dedo, señalando la línea que contenía la clave “NX-Δ57B”—. Está vinculada a las cuentas 3245-HZ, 3245-IR y 3245-JK de la Fundación Herrera. Tres transferencias, cada una por más de un millón de euros.
Isabela palideció mientras repasaba el informe. Algo en ese código le resultaba sorprendentemente familiar.
—Ese código… —murmuró, con la voz entrecortada—. El año pasado, en las clínicas de Marbella, localicé un