CAPÍTULO 34. Entregando el corazón.
CAPÍTULO 34
Entregando el corazón.
El camino a casa fue silencioso, pero no era un silencio incómodo, estaba cargado de certeza, sus dedos entrelazados demostraban la fuerza que ejercía su unión. Esa que ni con las trampas de Adrián podría resquebrajarse.
Isabela y Gabriel llegaron al penthouse a poco mas de treinta minutos en carretera, él desapareció por el pasillo adentrándose en su habitación por un largo rato.
Isabela, intranquila, se abrió paso a su habitación para buscarlo. Necesitaba escucharlo de él. Necesitaba saber que esas fotos no eran ciertas y que él no estaba viendo a nadie más aparte de ella.
La puerta del baño quedó entreabierta, dejando escapar un débil resplandor que se colaba hacia el dormitorio.
El vapor se elevaba en suaves espirales, difuminando los contornos de la estancia y creando un ambiente íntimo, casi etéreo.
Isabela, de pie junto al umbral, contempló a Gabriel mientras él se enjabonaba lentamente. Cada gota de agua que resbalaba por su espalda dibu