CAPÍTULO 24. El peón se mueve.
Capítulo 24
El Peón Se Mueve.
El celular pde Gabriel vibró por tercera vez sobre la mesa.
Isabela no tuvo que preguntar de quién era el mensaje. Sabía perfectamente que Adrián no había terminado. No después de recibir las fotografías. No después de ver la grieta que se había abierto en su control.
Gabriel apagó la pantalla sin responder.
El silencio que cayó sobre la sala fue denso, incómodo. Parecía arrastrar consigo todo lo que no se habían dicho durante años.
—¿Qué más va a hacer? —preguntó Isabela al fin, su voz tan baja que sonó como un susurro roto.
—Todo lo que le quede —Gabriel se reclinó en su silla, los dedos tamborileando sobre el brazo metálico—. Pero eso ya lo sabíamos.
La tensión de la noche anterior seguía ahí. No se había disipado con el amanecer. Al contrario. Se había vuelto más espesa, más peligrosa, como si ambos supieran que ahora no había vuelta atrás.
—¿Y tú? —ella lo miró fijamente—. ¿Qué vas a hacer ahora, Gabriel?
Él alzó los ojos, esa mirada afilada como cuc