CAPÍTULO 156. Resiliencia y sombras.
Capítulo 156
Resiliencia y sombras.
La pantalla del televisor del penthouse titiló con imágenes en directo: furgones entrando a un complejo industrial, agentes con chalecos marcados, cajas embaladas saliendo a la luz del día. Los titulares corrían en la barra inferior y el zumbido de la sala se llenó de nombres, fechas y fragmentos de contratos que Silvio había entregado días atrás. No eran todavía la victoria completa, pero la balanza se había inclinado. Aquel día, en la casa, nadie se soltó a celebrar; era mejor que eso: había alivio, cuidadosamente embalado en silencio.
Gabriel estaba junto a la ventana, las manos entrelazadas, mirando la calle. Sus ojos tenían la mirada de quien escucha una buena noticia con la desconfianza aprendida en años de batalla.
—¿Lo viste? —preguntó Isabela, apoyándose a su lado con una taza de café que apenas sostenía—. Dos laboratorios clausurados en la mañana. La fiscalía sacó órdenes de detención preventivas.
Gabriel asintió sin decir nada; el sonido