CAPÍTULO 12. No van a callarme.
Capítulo 12
No van a callarme.
Isabela regresó a la suite que había estado compartiendo con Gabriel desde la boda.
Entró con paso firme hasta la habitación principal, pero el peso en su pecho delataba la tormenta que se desataba dentro de ella. Colocó su equipaje de mano junto al vestidor. Al abrirlo para sacar su camisón favorito, sus dedos rozaron una textura distinta en el doble forro lateral de la pequeña maleta.
Frunció el ceño y, con cautela, extrajo un pequeño frasco de vidrio oscuro, con la etiqueta rasgada que se encontraba semioculto entre las costuras.
Lo reconoció al instante.
Era el mismo que había visto días atrás sobre la mesa de Valeria. Lo destapó con lentitud, como si en su interior estuviera encerrada una verdad demasiado peligrosa.
El aroma le resultó inconfundible: té de Jamaica.
Pero había algo más.
En el fondo, bajo las flores secas de Jamaica, había residuos blanquecinos, mal triturados, apenas perceptibles a simple vista.
Un temblor involuntario recorrió s