CAPÍTULO 111. El poder de quienes saben negociar.
Capítulo 111
El poder de quienes saben negociar.
La noticia de la muerte de Adrián Martínez todavía ardía en los titulares de la prensa mientras que en un edificio de la zona alta de la ciudad alguien se encontraba impaciente dentro de su apartamento, sintiendo una mezcla de culpa y resignación.
Diego, parado frente al amplio ventanal de su habitación, no dejaba de ver afuera. La ciudad seguía su curso casi monótono, mientras que en su interior un sentimiento de culpa se removía.
El timbre sonó dos veces, un golpe nervioso que encendió la sangre en sus venas. No esperaba visitas, mucho menos la que apareció frente a la puerta.
Valeria entró sin pedir permiso, como quien regresa a una casa propia, su ropa olía a perfume caro, pero había desorden en su mirada: un brillo de ansiedad que apenas disimuló con una sonrisa calmada.
—Diego —dijo sin rodeos—. Necesito que hablemos.
Él cerró la puerta detrás de ella y la miró. De inmediato marcó distancia, esa distancia que deja quien intuye q