Esa mañana, Lena esperaba al regreso de la reina con la misma rutina. EL baño caliente y el desayuno lo más ligero posible. Un juego de ropa para dormir lo más ligero posible que no rozara la piel y los ungüentos medicinales para aplicar en los moretones que siempre estaban presentes cada vez que tenía relaciones sexuales con el alfa.Solo que esa mañana fue diferente, sobre todo porque se estaba demorando un poco más de lo normal. Incluso había escuchado que los invitados ya se habían retirado junto al príncipe. Ella había pasado la noche preguntándose que podría pedirle de recompensa y con cada pensamiento una sonrisa le aparecía en los labios como ahora. El príncipe Ilayen era realmente atractivo, incluso cuando se molestaba.La puerta del pabellón fue tocada con efervescencia y eso la sacó de sus pensamientos sobresaltándola. ¿Qué era ese escándalo tan temprano? Corrió y abrió la puerta.-¿Qué se supone que es este bullicio delante del pabellón de la cuarta rei…?-Se solicita su pr
Cumplir la mayoría de edad en los lobos, sobre todo los machos no era simplemente cumplir con un número. No.Todo cambiaba.El desarrollo de la glándula que exudaba feromonas al estar completamente madurada aumentaba las hormonas en sus cuerpos. Los machos aumentaban tamaño y altura, fibra muscular, fuerza en cada parte de ellos, sus colmillos descendían completamente con la capacidad de desgarrar la carne con facilidad, y de retraerse para no hacer daño. Podían transformarse con más facilidad sin pasar dolor. Sus feromonas ahora eran capaces de intimidar a los de menor fuerza.Era una dura lucha durante la fiebre del crecimiento. Una noche donde el dolor era su compañero, donde las alucinaciones venían una tras otra, donde las lágrimas corrían, pero una vez que se despertaban… su realidad había cambiado.-Alteza- Seth se inclinó delante de él admirando la figura que tenía ahora.Ilayen había tenido un buen crecimiento desde temprano, incluso su cambio no había sido tan notable. Ya d
Ilayen tenía el cuerpo tenso cuando se sentó en la zona designada para él lado del alfa. Este apenas si llevaba un pantalón normal y una túnica abierta mostrando su cuerpo sin problemas. La musculatura de su padre era realmente intimidante, ni siquiera él con su actual desarrollo podía competirle. Incluso sus feromonas eran más densas y dominantes.Pelear contra él no sería algo fácil.-¿En qué demonios piensas?- le preguntó Byron sin mirarlo tomando un trago de su copa de vino con lo cual hizo una mueca y le lanzó la copa encima de uno de los esclavos a su lado derramando el resto de líquido sobre el joven lobo- está caliente.-Disculpe alfa- el lobo se inclinó temblando y salió corriendo. Rápidamente dos esclavos más tomaron su lugar, uno limpiando el desastre y otro trayendo una bandeja con dos copas nuevas.Byron tomó la suya y le hizo señas al esclavo para que le diera la otra a su hijo. Ilayen vaciló, no era amante del vino y mucho menos después de volver. Tendría que tener cuid
Ilayen sentía su corazón palpitar en su pecho y esta vez no era debido al hecho que estuviese reaccionando a su mate, sino porque estaba nervioso. Ver aquella arma afilada junto a ella, porque si, no era una espada normal, era una que había estado por años en la manada, pasando de generación en generación, tan afilada que dolía solo de verla. Un paso en falso y la sangre correría y la herida estaría tan finamente hecha que sería complicado para un lobo curarla rápidamente pudiendo provocar una severa hemorragiaSolo el alfa sabía dónde se guardaba esa espada y la sacaba para estos eventos. Normalmente era una danza que realizaba la Luna de la manada, pero en este caso… la estaba realizando la cuarta esposa.¿Qué pretendía su padre?Vio a Asya retroceder lentamente hasta ubicarse en el medio de la sala. El silencio era denso en el salón circular, roto solo por el eco suave de pasos descalzos sobre el piso pulido. Sus brazos se alzaron como si invocaran a los cielos, y entre sus dedos b
Asya sabía que el hijo de su pareja, Ilayen, volvería ese día. La festividad y el baile que ella haría sería en conmemoración de su cumpleaños. Solo no se esperó que aquella sensación que la había invadido nada más entrar a la sala, que le hacía quemar cada parte de su cuerpo y encima de ella casi hacerle perder la conciencia llevándola apuntar a esa persona con la espalda, más porque se sentía atraída que para atacarlo… era provocada por precisamente ese lobo.Tragó en seco apenas sin escuchar lo que decía el alfa a su lado. Había mucho bullicio en la sala, comentarios por lo que acababa de hacer, ella no le prestaba atención. Más bien estaba enfocada en que había cometido un error en el baile, al inicio pensó que Byron se molestaría, pero por el olor a alcohol y las risas que soltaba parecía ¿satisfecho? No creía, era un lobo que engañaba con su forma de actuar.Se mantuvo quieta en el lugar, pero nada comparado con su interior. Su corazón latía tan fuerte que era doloroso. Y esa fr
-Ah, que aburrido- fueron las palabras de Byron tras ver el cuerpo inconsciente de la loba en los brazos de su hijo- Ni para eso sirve. A veces me pregunto si hice bien en tomarla como reina- sonrió de forma sombría- Su hermana pequeña hubiera sido más divertida.Chasqueó la lengua y se levantó tambaleándose un poco de un lado a otro. Ilayen presionó el cuerpo de la loba más contra él de forma protectora. Analizó los movimientos del alfa, podría estar borracho pero las garras que tenía completamente desenfundadas eran peligrosas, sin contar que desde hacía rato estaba soltando feromonas. No era alfa por gusto. Incluso borracho estaba alerta.-Esclavos- lo escuchó gritar y dos lobos entraron corriendo arrodillándose delante de él- Lleven a cuatro esclavas a mi habitación- sonrió de forma lasciva- Quiero que me atiendan como es debido.Los dos lobos asintieron y miraron por detrás de él. Ilayen tensó sus brazos.-Yo la llevaré directamente a su pabellón padre. Estoy seguro que no querrá
Las garras de Ilayen amenazaron con salir. La rabia en su interior era tan que solo contaba los segundos para terminar con su padre. Pero apresurar el plan era ponerse la soga al cuello. Debía esperar, y a faltaba poco. Sin embargo, era duro.Sus pulgares rozaron por debajo de los orbes de ella, tan suave como una caricia.-¿Te duelen?- preguntó él con la voz apretada.Asya no pareció conmocionada.-Ya no- respondió ella de forma lineal- No recuerdo mucho de lo que pasó en ese momento. El alfa estaba molesto y mi cabeza golpeó con algo. Después de eso Lena me comentó que me quejaba de mis ojos, pero ya eso pasó. Ahora simplemente hay oscuridad en ellos.Ilayen apretó sus labios y no pudo evitarlo. La abrazó y la pegó contra él. Su pecho ardiendo. La culpa recorriéndolo.-Si solo… si solo hubiera estado a tu lado.-Acaso hubieras podido hacer algo- las palabras de ella se sintieron como un balde de agua fría- Todos saben que cuando se entra a los aposentos del alfa… salir ileso es todo
Asya estaba allí, en un lugar completamente desconocido para ella. Sentada sobre una superficie suave que por la textura debajo de sus dedos supo que eran sábanas, así que aquello era una cama. Tras perder su visión los otros sentidos se le habían desarrollado realmente rápido.La punta de sus dedos era más sensible pudiendo sentir con mayor claridad, su oído más fino pudiendo oír hasta los latidos del corazón o a una distancia más amplia que un lobo normal. Y hasta su olfato se había hecho más fino por lo que podía oler como el olor del lobo que estaba junto con ella en la habitación se hacía cada vez más intenso. Incluso podía sentir sus feromonas como su fueran miles de plumas rozando su piel.Se estremeció y sus manos apretaron la tela sobre su regazo. Tragó en seco. Sentía la misma atmósfera que cuando el alfa estaba excitado, la misma presión que obligaba a su cuerpo a estimularse y humedecerse para él. Solo que esta vez la sensación era más cálida, más reconfortante.No… le dab