Olivia miraba a su amiga intentar hacer de todo para no mostrar su tristeza y preocupación, pero eran años de conocerse, lo que hacía que ambas supieran cuando a la otra le sucedía algo.

—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Olivia suavemente, observando cómo su amiga movía la mezcla con más fuerza de la necesaria.

Sophie suspiró, apoyando las palmas sobre la fría superficie de mármol del mostrador.

—Estuve con Damien anoche —comenzó, sus dedos trazando círculos imaginarios—. Hablamos durante horas. Y me dijo... me dijo que me quiere.

Olivia levantó una ceja, esperando la continuación que sabía que vendría.

—Pero —prosiguió Sophie, mirando su chocolate como si las respuestas pudieran estar flotando allí— dice que no quiere hacerme daño. Que está acostu