La mano de Vincet acariciaba la espalda de ella de arriba abajo.
Ambos habían perdido la noción del tiempo y era mitad de la madrugada más ninguno dormía. Vincet tenía su cabeza recostada en su brazo doblado detrás y miraba el techo pensativo, escuchando la respiración de la mujer recostada sobre él. Su peso era realmente agradable, y podría acostumbrarse a dormir de esa forma con ella sobre si, lo que, sin ropa, la tela le resultaba de más para sentir el delicioso calor de ella.
Alicia había llorado mucho y los ojos de ella estaban hinchados, pero sabía que había sido necesario y liberador. Después de esto muchas cosas comenzarían a cambiar. Ya no había vuelta atrás.
Sin embargo y a pesar del buen ambiente que ambos tenían en ese momento había algo que lo tenía incómodo.
-Alicia, ¿después de todo esto te irás después de graduarte?
Sintió como el cuerpo sobre él se tensó al momento y apretó la mano que estaba sobre su pecho.
-Y no me mientas, ayer me contestaste mis preguntas, e hicis