Al ver el diamante del tamaño de un huevo de paloma en el dedo anular de Kylie, Taylor escondió instintivamente su mano debajo de la mesa.
El diamante que ella llevaba no era precisamente pequeño, pero comparado con el de Kylie no era nada.
Siempre había supuesto que Ethan no tenía muchos ahorros, porque había pasado años en el ejército.
¿Quién hubiera imaginado que sería más generoso que su hermano, quien llevaba varios años dirigiendo los negocios familiares?
Una mujer podía sentir celos de cualquier cosa, especialmente una mujer adinerada de su edad.
Taylor fulminó con la mirada a su esposo y se preguntó si tendría una amante a la que le compraba regalos caros.
Al ver el anillo, el rostro de Aiden también palideció.
El que él le había dado a Khloe era valioso, pero su tamaño no se acercaba ni remotamente al de Kylie.
Nicole era una fanática de las marcas de lujo.
Cuando vio el diamante en la mano de Kylie, quedó tan sorprendida que casi se le cae la mandíbula.
Reconoció de inmediat