Cora.-
Las manos me temblaban, pero debía hacer esa llamada, mientras Brian se preparaba para salir y tenderle la trampa a Rob, su amigo el sargento se había quedado conmigo.
— Usted puede –me dice con un tono amable.
Marco el número de Rob, miré el reloj que estaba en la pared de la cocina de Brian, faltaban cinco horas, prácticamente había pasado la noche aquí, había estado evitando las llamadas de mi madre y de Julia.
Me concentro en hacer mi parte del plan, con los ojos de Peter sobre mí, coloco mi celular en altavoz.
— ¡¿Por qué demonios demoras tanto?! –brama Rob al otro lado.
— No logré conseguir el dinero, lo siento.
— ¿Cómo qué no? ¡Estás loca! Debes conseguirlo, has lo que sea.
— ¡TÚ TE METISTE EN ESTE PROBLEMA SOLO! ¡RESUELVELO DE LA MISMA MANERA!
— Voy a contarle todo a tu padre –mi estómago se contrajo, Peter me miraba sin juzgarme, me animó a responderle a Rob.
— Ya no me importa Rob ¿Y sabes qué hazlo? Eso no evitará que vaya a la policía y cuente mi versión ¿A