Julia.-
Estar en mi hogar junto a mis padres, me hizo sentir un poco más tranquila, pero mi angustia no cede.
— ¡Uhm! Hacía mucho tiempo que no te veía comer eso –bajo l mirada y sonrío al ver las galletas, con chocolate derretido y el malvavisco–. ¿todo está bien tesoro? Recuerdo que cuando estabas ansiosa o preocupada por algo un s´more era tu escape.
— No, mamá estoy bien, me dio antojo de recordar un poco de mi infancia de repente –deje tratando de sonar lo más calmada posible, lo que menos necesitaba mi mama en estos momentos, era preocuparse por la situación amorosa de sus hijas–. ¿cómo se ha sentido papá hoy?
— Se siente con más ganas de levantarse de la cama, aunque quiere regresar a su casa.
— No ha terminado el tratamiento, no puede irse ahora.
— Lo sabemos Julia, él solo quiere volver a la normalidad tan pronto como se pueda.
— Lo entiendo, pero hasta que no termine el tratamiento deben quedarse aquí, espero que no estén pensando que nos molestan, porque no es así est